miércoles, 21 de febrero de 2018

Crítica: Yo, Tonya

"Entroncando con esa línea anual de biopics de la industria norteamericana, tenemos la curiosa historia de Tonya Harding, patinadora artística, que no sólo alcanzó el logro de ser la primer mujer estadounidense en completar un salto de triple axel, sino también fue perseguida por una turbia historia que definitivamente acabó con su carrera. La película, que viaja desde los primeros años de Tonya hasta los últimos momentos de su carrera, intercala entrevistas a cámara del presente propuesto en la cinta, como forma de jugar a la docurealidad, en un ejercicio que gracias al montaje funciona con gran dinamismo. La película, viajando en un tono muy cómico y oscuro, perfila niveles de histrionismo a veces provocadores e interesantes y otros, pasados de rosca. Su discurso, que nos invita a desmontar, una vez más, las claves del sueño norteamericano, viene con las tintas muy cargadas, y desde esa óptica agresiva conecta de un modo latente con la potente vida de la protagonista, que traspasa el umbral de la pantalla para contagiarnos la ferocidad del relato. En este sentido, como ya he mentado, es de aclamar un sobresaliente montaje, que no sólo es capaz de simular las secuencias de la actriz con las de sus dobles de acción con absoluta destreza, sino que da un tono y un dinamismo a la historia que hacen que por momentos brille. No hay que desmerecer tampoco un extraordinario trabajo de ambientación, en especial unos ejercicios de caracterización y vestuario, capaces de entender con maestría la época y sus personajes. Aunque quizás, el mayor logro de la película reside en sus dos principales pilares, las dos actrices que por sí solas la sostienen. Hablamos de Allison Janney, capaz de dar una ferocidad única a la despiadada madre de Tonya, y por supuesto, de Margot Robbie, que sorprende y emociona con un trabajo absolutamente monumental y que dota de absoluta destreza expresiva al personaje de Tonya. Ellas son el brillo de una película, que con defectos (excesiva por momentos, caricaturesca, y demasiado horizontal), consigue realzar con firme efectividad la figura tan controvertida de Tonya Harding, y todo lo que esta representa a nivel contextual."
Lo mejor: Allison Janney, y por supuesto, una gigantesca Margot Robbie.


Lo peor: La caricatura excesiva de ciertos personajes y ciertos pasajes de la película.


NOTA: 7(****)

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